Familiares y amigos de Carlos Jiménez y Erika Vanessa Díaz, los dos buzos desaparecidos desde el pasado 31 de agosto cerca a la isla de Malpelo, ubicada en el pacífico colombiano, continúan con la esperanza de verlos regresar con vida y confían en que sus habilidades y experiencia les permita sobrevivir en alta mar.
Las labores de búsqueda desde que se conoció de esta desaparición se adelantan sin descanso las 24 horas del día, esto con apoyo de la Fuerza Aérea y una aeronave estadounidense pero hasta ahora no han obtenido resultados por lo que desde diferentes regiones del país han hecho cadenas de oración para pedir por su regreso.
Desde el municipio de Marinilla, Viviana Suárez, esposa del buzo Nelson García Villegas, que también estaba en la aventura en Malpelo, lideró una marcha en la que participaron al menos 300 personas para elevar sus oraciones y pedir que no cesen la búsqueda de Carlos y Érika “nosotros los buzos no somos familia de sangre pero somos familia de agua entonces cualquier cosa que le ocurra a uno de nuestros compañeros nos ocurre a todos”, dijo Suárez, también buzo.
Aunque su esposo nunca estuvo desaparecido, Viviana asegura que este hecho ha golpeado a todos los buzos, “estaban en una aventura, iban para un asentamiento de tiburón Martillo que es por esta época cuando se logra ver. Al parecer en la última inmersión ya preparándose para regresar a casa ocurrió el incidente”, relató.
Además de orar con la esperanza y la fe puesta en que Erika y Carlos regresen a casa, esperan que la comunidad se solidarice con esta situación y colabore con recursos para costear los operativos de búsqueda.
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