Lo que afirma Bilmer Alonso Taborda, ingeniero de Proyectos y socio de Prommecor JMB S.A.S., es que cerca de 50 empleados de su empresa, encargada de la prestación de servicios metal-mecánicos en todo el Oriente Antioqueño, no podrían seguir trabajando debido a la crisis económica que atraviesa el sector.
Empleados de planta, operarios, soldadores, ayudantes, mecánicos y lubricadores, así como personal administrativo, conforman el grupo de trabajo de esta empresa que, al principio de la cuarentena, tuvo que cerrar sus puertas logrando sostener a sus empleados, y que hoy, a pesar de cumplir con la normatividad para funcionar, registra niveles bajísimos de facturación.
“Solo he podido facturar 20 millones de pesos, pero la nómina de mis empleados es de 100 millones más la seguridad social. No tengo con qué pagarle a mis empleados en esta quincena”, expresó Bilmar a MiOriente.
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Asegura este emprendedor que las empresas de la región que solicitaban sus servicios antes de la emergencia, ahora prefieren proteger con sueldos y seguridad social a sus empleados antes que hacer planes de inversión o proyectos.
Y es que Prommecor JMB, ubicada en las bodegas de Inmunicol, a las afueras del municipio de Marinilla, abarcaba antes industrias desde Copacabana hasta Río Claro, cosa que hoy le resulta imposible considerando la baja demanda de sus servicios.
¿Y la ayuda de los bancos?
“Cuando el Presidente empezó a hablar de Bancoldex, y que había dinero destinado a los bancos comerciales para que le prestaran a las personas para sostenimiento empresarial y pago de nómina, empecé buscar los créditos”, cuenta Taborda.
Sin embargo, las cosas no llegaron a feliz término. Tocó las puertas de Bancoldex, Bancolombia, Banco de Bogotá, Banco Agrario; ninguno le tendió la mano. ¿Por qué si cumplió con todos los requisitos? Recibió básicamente dos razones: falta de garantías por parte del gobierno y los bajos activos de su empresa.
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“Ni a través del Fondo Nacional de Garantías hemos podido acceder a algún crédito. Dicen que es muy complicado el tema de los créditos del gobierno a través de Bancoldex, y por eso los bancos están restringidos en el tema de los créditos por las líneas que dice el gobierno”, explica.
Le han ofrecido, sí, créditos normales, pero para ello tiene que presentar estados financieros óptimos con los que, por lógicas razones, no cuenta.
¿Qué dicen sus empleados?
Comprensión: con esa palabra define Bilmar la actitud de sus empleados, quienes le han expresado su apoyo en medio de la crisis, pues aunque todos están dispuestos a trabajar, simplemente no hay encargos de por medio.
“Hemos estado en reuniones para mirar si definitivamente tenemos que cerrar. Nosotros solamente podemos sostener la empresa hasta esta quincena. Son más de 50 familias que se van a quedar a la deriva”, afirma el empresario.
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Incluso él y sus socios aplicaron a los subsidios de nómina que está otorgando el gobierno, pero el proceso se ha visto dilatado desde hace varias semanas. Y en el caso de que les sea otorgado dicho subsidio, Bilmar asegura que 350 mil pesos por empleado, en lugar de ayudarle, lo metería en aprietos, pues esa suma no resuelve el problema.
Prommecor JMB solo espera que las empresas del sector comiencen pronto a hacer sus pedidos, y que reactiven sus proyectos de inversión con el fin de que sus cerca de 50 empleados tengan seguros ingresos mensuales. De cualquier forma, lo que pueda ocurrir en los próximos meses es impredecible, y eso, en el fondo, genera un sentimiento de incertidumbre para este y otros empresarios de la región.
